martes, 15 de mayo de 2007

Terciopelo Azul (Blue Velvet. David Lynch, 1986, 120min)

"Blue Velvet" tiene un tono muy interesante además de momentos realmente alucinantes. Los personajes, un joven frágil, una cantante desequilibrada, un matón pervertido, una jovencita recatada, un policía bueno, un policía malo, un hombre enfermo, una banda de maleantes y un par de ancianas, se unen gracias a una oreja mutilada que encuentra el protagonista tirada en la mitad de una pradera.

La actuación del muy joven Kyle MacLachlan (Jeffrey) es realmente notable; sometido a constantes situaciones extremas, siempre resulta medido y sobrio. Cabe rescatar la escena en la que éste es amenazado por Frank (Dennis Hopper) quien lo golpea a la vez que lo besa. Mac Lachlan refleja perfectamente el perfil psicológico del personaje; un hombre capaz de hacer cosas inesperadas, superiores a sus miedos y capacidades físicas. No es extraña esta dualidad en los personajes de Lynch, John Merrick (el hombre elefante) o Alvin Straight (el anciano que recorre USA en una podadora) entre otros ciertamente se comportan bajo esta misma lógica.

Indudablemente esta película influenció a gran parte de los directores americanos de los 90s, entre ellos a Tarantino, mostrando un panorama de la sociedad americana al proyectar la dualidad del personaje principal a una idea más global. La sociedad americana es retratada como una bomba de tiempo en la que subsisten los valores más conservadores y las más bajas pasiones. En un mismo barrio viven Sandy (Laura Dern) una joven americana, buena, pura y compasiva junto a Dorothy (Isabella Rossellini) una cantante al borde de la locura que disfruta ser golpeada durante el acto sexual. Mientras Jeffrey trabaja en la mañana en la ferretería de su padre y convive con dos ancianas placidas como dos palomas, en la noche visita los bajos mundos a la vez que oficia como una suerte de detective ilegal.

Es realmente lamentable el final; Lynch se decide por un diálogo cursi y separado del resto de la obra en el que torpemente explica la idea de la película. Se vale además de una metáfora que involucra a los petirrojos y la felicidad..... ... ... ??????

Como es costumbre en el trabajo de Lynch, el primer acto es muy breve y el segundo es muy extenso. Además en este caso resulta lleno de tensiones y desemboca en un muy previsible tercer acto que se resuelve en menos de diez minutos.

La banda sonora compuesta básicamente por dos temas musicales “Blue Velvet”, escrita por Bernie Wayne y In Dreams” (Payaso Multicolor) de Roy Orbison, retrata los momentos sicológicos de los personajes, integrándose a la puesta en escena magistralmente. Lynch prescinde casi totalmente del sonido no diegético por lo que este par de canciones aparecen integradas a la extraña cotidianidad que se nos presenta.

Para terminar, estilísticamente cabe resaltar la manera en la que David Lynch construye la identificación con su héroe creando un vínculo emotivo con el espectador, el cual, lejos de querer hacer sentir la tragedia de Jeffrey como propia, la presenta como un evento a ser analizado, observado, comprendido y posteriormente interiorizado. Este especial tono que David Lynch usa en casi todas sus películas ha sido un factor determinante para su gran éxito.

Queda abierto el debate. Por favor contribuyan comentando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con todo y todo. Lynch no me convence.

Anónimo dijo...

Con esta película casi que se gana el Oscar a mejor director. La dirección de arte de esta pelí es de las mejores.

...

Nace, hace películas y las critica.